Mima tu piel en otoño

¿Bajamos a la playa? ¿Un par de cañitas? ¿Un refresco? ¿Un tinto de verano en el Parque García Sanabria?

Las vacaciones suponen, habitualmente, que bajemos la guardia respecto al cuidado de nuestro cuerpo. Sin embargo, pequeños trucos pueden ayudar a cuidar nuestra piel tan castigada tras el verano por culpa del sol.

Lucir moreno durante el verano puede ser saludable.

El sol es una fuente infinita de vitamina D que ayuda a nuestros huesos a absorber el calcio, uno de los minerales esenciales para la formación normal de los huesos. Otro beneficio del sol es la mejora en el estado de ánimo, producido por la segregación de serotonina bajo la exposición a la luz del sol.

En otoño tenemos que ponerle remedio para no sufrir consecuencias.

Con el aumento del sudor se genera mayor humedad, haciendo la piel más vulnerable a infecciones.

Así que después de un día de playa, piscina, o simplemente expuesto bajo los rayos del sol, debemos saber cómo cuidar y mimar nuestra piel, tanto para conservar el bonito bronceado como para evitar las enfermedades de la piel.

A continuación proponemos un ejemplo de pasos a seguir:

1. Darnos una refrescante ducha. Nada mejor que pasar por debajo del agua de un grifo y utilizar un gel corporal de ph neutro. Nos ayudará a relajarnos, a eliminar la suciedad o el salitre del mar y preparará nuestra piel para los siguientes cuidados. Como curiosidad, podemos añadir bolsitas de té negro al agua, es un autobronceador natural.

2. Durante el verano la piel se ensucia, aunque nos pasemos todo el día a remojo. Es recomendable realizarse una limpieza facial con productos suaves y exfoliación. Si nos han salido manchas en la piel o han reaparecido tras el verano, no es mala idea realizarnos un peeling y utilizar láser o luz pulsada para eliminarlas. Recordar que este proceso no debe realizarse cuando aun conservamos el bronceado del verano.

3. Rehidratación de la piel en otoño. Para ello proponemos una crema a base de aloe vera, aceite de almendras dulces y manteca de karité.
¿Por qué? Te explicamos sus beneficios:

El Aloe Vera es una planta muy utilizada en cosmética. Sus propiedades son múltiples y variadas. Es hidratante, calmante, regenerante, astringente, cicatrizante…Sus propiedades regenerativas los convierten en un magnífico aliado para la restauración del estado óptimo de la piel.

El aceite de almendras dulces es suavizante, hidratante y, por si fuera poco, desinflamatorio. Las pieles resecas, ásperas y escamadas, ven en el aceite de almendras uno de sus mejores aliados. Además, es ideal para tratar estrías y celulitis. Esto sucede porque estimula la producción de colágeno y elastina, proporcionando firmeza y elasticidad a los tejidos. Es ideal para masajear la piel, ya que tiene propiedades relajantes.

Calma la irritación, por lo que puede ser muy útil tras la exposición al sol. Como ya es conocido, el aceite de almendras es efectivo en las pieles secas. Y lo mismo sucede con el cabello seco.

Manteca de karité. El karité es un potente regenerador celular 100% natural. Hidratante, nutritivo, suaviza el rostro y el cuerpo previniendo los signos de la edad y aportando vitalidad y luminosidad, tanto al cutis como al cabello. Ayuda a proteger la piel de los rayos UVA y UVB. Además protege a la piel del sol, del aire y del frío.