Farmacia El Pilar

Conoce y previene la otitis

En Canarias nos bañamos durante todo el año, no sólo en verano. Por eso, es frecuente la visita a la farmacia de personas con dolor de oídos, indicio de una posible otitis, o incluso de una infección. Hay muchas razones, pero entre las principales encontramos la humedad, debido a frecuentes baños en playas o piscinas, a lo que se  suma las altas temperaturas típicas de esta estación, que en nuestra comunidad autónoma se prolongan durante casi todo el año. Estos dos condicionantes facilitan la proliferación de bacterias y hongos que pueden causar la infección y consecuente inflamación de algunos de los tejidos del conducto auditivo externo.

La otitis es todavía más común en los niños, ya  que les gusta pasar mucho tiempo en el agua, jugando, nadando o buceando y, por otra parte, son más vulnerables también debido a que sus trompas de Eustaquio son más cortas, con lo cual los agentes infecciosos tienen mayor facilidad para alcanzar el oído. El principal y más característico síntoma de la otitis es el dolor de oído, pero además esta afección puede cursar con otros síntomas como tener la sensación de oído taponado, picor, pérdida de audición transitoria e incluso a veces el oído puede llegar a supurar.

En el caso de niños muy pequeños que todavía no saben explicarse, los padres deben  sospechar que pueden estar sufriendo una infección de oídos ante ciertas señales, como que el pequeño esté más irritable o inquieto de lo habitual, se rasque frecuentemente el oído o le cueste masticar y/o tragar.

Si notas algunos de los síntomas comentados en los puntos anteriores, te aconsejamos acudir lo antes posible al médico para que ponga el tratamiento adecuado y evitar así complicaciones más graves. En cualquier caso, se deben suspender los baños en la piscina o en la playa mientras persista la otitis.

A continuación te damos una serie de consejos para prevenir las infecciones de oídos:

  • Limpiar los oídos cuidadosamente, sin introducir objetos  que pueden dañar la delicada piel interna del oído, ya que pequeñas heridas pueden suponer  una puerta de entrada para los agentes patógenos. Ten cuidado con los bastoncillos para los oídos de toda la vida, puedes hacerte daño en el oído o incluso favorecer la formación de tapones de cerumen. En su lugar, existen sprays específicos para limpieza de oídos.
  • No sumergirse demasiado tiempo para evitar la entrada de agua en el conducto auditivo.
  • Mantener los oídos secos. Después del baño en la piscina o mar, o también tras una simple ducha, es importante evitar la humedad en los oídos. Para ello debes secar con suavidad la parte externa del oído, puedes hacerlo con el pico de una toalla limpia o con una gasa e incluso, cuando sea posible, con un secador para garantizar que la zona quede totalmente seca.
  • Evitar los baños en aguas contaminadas o excesivamente cloradas.