Farmacia El Pilar

2018, el año en que dejaste de fumar

Enero es el mes de los buenos propósitos y las buenas intenciones. Comer más sano, hacer deporte regularmente, ahorrar…Pero, sin duda, uno de los propósitos que más repiten es el de dejar de fumar. Y no necesariamente porque cada año haya más gente que se proponga dejarlo, sino por muchos reincidentes que no consiguieron su objetivo durante el año anterior.

El tabaco es dañino, todo el mundo lo sabe. Pero también es adictivo, por lo que resulta muy difícil dejarlo a pesar de las buenas intenciones que se tengan.

Los productos del tabaco son aquellos que están elaborados, totalmente o de forma parcial, con tabaco. Pueden ser fumados, chupados, masticados o esnifados, pero todos ellos contienen nicotina, el componente psicoactivo responsable de que el tabaco sea tan adictivo. Para más inri, cada cigarrillo contiene otros peligrosos componentes como alquitrán, cianuro, benceno, monóxido de carbono u óxido de nitrógeno.

El consumo de tabaco sigue estando muy extendido a pesar de los factores de riesgo asociados: mayor probabilidad de desarrollar procesos cancerígenos, enfermedades crónicas de tipo pulmonar o cardiovascular, etc. Por no hablar del precio del tabaco o de las restricciones a su consumo. Además, bien es sabido que las consecuencias negativas no son únicamente para quienes consumen el tabaco, también para su entorno.

El acto de fumar se ha asociado con placer, relajación, glamour, o incluso como un indicador de éxito, popularidad o actitud rebelde. Esto, sin duda, ha influido (e influye) en que muchas personas empezaran a fumar.

Sin embargo, hoy en día, la opinión pública es más consciente de los riesgos asociados al consumo de tabaco. Pero como seguro que a estas alturas ya debes conocer todos los efectos negativos del tabaco, vamos a darte buenas razones para cumplir tu propósito de año nuevo. Si dejas de fumar:

Reduces el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.

Minimizas las posibilidades de desarrollar ciertos cánceres.

-Aguantarías más haciendo deporte.

-Reducirías la presión arterial y el colesterol.

-Tu dentadura dejaría de colorearse y tus encías dejarían de estar inflamadas.

-Tu fertilidad aumentaría. Además, ten en cuenta que las mujeres fumadoras que consumen anticonceptivos orales tienen un mayor riesgo de sufrir trombosis e incluso infartos.

-Tu piel estará más sana y brillante, te arrugarás menos y la textura de tu piel mejoraría, celulitis incluida.

-Tu cabello estaría más fuerte.

-Tus sentidos del gusto y el olfato mejorarían, redescubriendo sabores y olores hasta entonces atenuados.

-Tu potencia sexual recuperaría vigor.

-En caso de que padezcas esa molesta tos matutina, se iría reduciendo hasta desaparecer.

-Tu aliento sería más fresco.

Pero, ¿cómo dejarlo?

Si ya has decidido que quieres dar el paso, podemos darte una serie de consejos para conseguir tu objetivo:

-Establece una fecha concreta para dejarlo. Los días previos, de hecho, es recomendable que vayas reduciendo el consumo. Antes de ese día, tendrás que deshacerse de todo el tabaco y lavar las prendas y otros textiles del hogar que conserven el olor , siendo un motivo de tentación futura.

-Haz una lista de los beneficios que obtendrías, como por ejemplo la que te hemos dado más arriba.

Informa a tu entorno de tu propósito. Así tendrán consideración contigo, sobre todo en los momentos donde el mal humor te pueda invadir.

-Sustituye el hábito: cambiar el estilo de vida puede ayudarte mucho. Por ejemplo, hacer más ejercicio es un 2×1 para tu salud: dejas de fumar y mejoras tu estado físico.

-Recuerda ponerte metas realistas y a corto plazo, y date algún pequeño premio por cada una que consigas. No pienses en el largo plazo porque la ansiedad o la sensación de dificultad pueden hacer acto de presencia.

-No te preocupes si tienes alguna recaída, forma parte del proceso y no indican sino que estás en el buen camino, aunque éste no sea fácil.

-Desde la farmacia podemos ayudarte: existen un montón de productos sustitutivos del tabaco (de la nicotina, realmente) que podemos recomendarte y que son de gran ayuda. Se pueden encontrar en forma de chicles, caramelos, parches o sprays. Ven a vernos y descubriremos juntos cuál es el que más se adapta a ti.

 

En caso de que no sean suficiente, te derivaremos a tu médico de atención primaria para que valore prescribirte otros tratamientos más adecuados para esos hábitos tabáquicos resistentes.

Y recuerda, no te desanimes, ¡éste va a ser tu año!

 

 

Fuentes:
http://www.who.int/topics/tobacco/es/

http://www.monografias.com/trabajos11/tabac/tabac2.shtml

https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001992.htm