3 «falsos amigos» de nuestra salud

Como espectador o ataviado con tu mejor disfraz, esperamos que hayas disfrutado de estos días de Carnaval. Y hablando de disfraces…¿sabías que hay productos perjudiciales para nuestra salud que se enmascaran mostrándonos una cara amable que después no lo es tanto?

Algunos productos que consumimos nos recompensan a corto plazo proporcionándonos una sensación de placer inmediata, pero a largo plazo acaban por repercutir negativamente en nuestra salud física y emocional. Te desenmascaramos estos “falsos amigos” para que te mantengas alejado de ellos.

El azúcar

A menudo recurrimos a productos dulces para mitigar nuestros momentos de tristeza. Los alimentos azucarados activan muchas de las señales de recompensa del cerebro, por lo que es fácil caer en la trampa adictiva del azúcar, cuyo consumo habitual a la larga puede poner en riesgo nuestra salud, desencadenando enfermedades como obesidad, diabetes tipo 2, síndrome metabólico, problemas cardiovasculares e incluso se ha asociado a enfermedades degenerativas o cáncer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el porcentaje de azúcares libres recomendados no deben aportar más del 10% de las necesidades energéticas totales de la persona, aunque actualmente está estudiando reducir ese porcentaje a la mitad, lo que equivaldría a menos de un vaso de 250 mL de bebida azucarada al día. La realidad es que la mayoría tomamos 4 veces más  azúcar del recomendado.

El poder adictivo del sabor dulce y los subidones de energía que nos da son una de las principales “trampas” que nos tienden este tipo de productos azucarados y nos dificulta abandonar su consumo, pero debemos considerarlos dentro del grupo de productos peligrosos para nuestra salud ya que son uno de los principales factores que derivan en el aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo.

Te aconsejamos que empieces a educar tu paladar y lo acostumbres a sabores menos dulces que estimulen tus neurotransmisores sin dañar tu salud. Cuando tengas esa ansia, prueba por ejemplo a comerte un puñado de pasas.

El alcohol

La euforia, desinhibición y sensación de felicidad que nos puede provocar en un primer momento el consumo de alcohol son la trampa con la que esta sustancia puede cautivarnos, pero a la larga puede  acentúar los estados de tristeza y agravar síntomas depresivos. Además la OMS ha señalado que el consumo de alcohol favorece más de 200 enfermedades entre las que destacan la cirrosis hepática, el cáncer, los trastornos mentales, cardiovasculares y por supuesto el alcoholismo.

A estas consecuencias físicas de tomar alcohol además hay que sumar los accidentes de tráfico y las situaciones violentas propiciadas por su consumo.

La comida basura

La comida rápida, normalmente nada saludable, puede representar una solución para muchas personas con poco tiempo para comer o cocinar. Esto unido a que  estimula nuestros mecanismos de placer puede  hacernos caer en el hábito de consumir estos cócteles demoledores para nuestra salud y conseguir esa respuesta gratificante, que deberíamos obtener con comida saludable.

La realidad es que este tipo de alimentos se consumen cada vez más, por lo que debes conocer que tienen consecuencias graves para nuestro organismo, como son: fatiga y debilidad, problemas digestivos, aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, pueden dañar tu hígado, además pueden ser causa de diabetes tipo 2 y producir enfermedades renales, e incluso se la relaciona con el riesgo de demencia y de padecer cáncer, sobretodo colorrectal y de próstata.

https://www.cuerpomente.com/alimentacion/nutricion/como-combatir-tristeza-estacional-invierno_2661

http://noticias.universia.es/cultura/noticia/2015/09/28/1131651/10-consecuencias-abusar-comida-basura.html