El síndrome postvacacional

Adiós playa, ¡hola oficina!

Si eres de los que regresan arrastrando los pies y con un dolorcito en el corazón después de las vacaciones, no te preocupes, ¡no estás sol@!

Pero, ¿qué es exactamente este monstruo de la vuelta a la rutina?

Imagina esto: durante días has estado saboreando la libertad de no tener horarios, de olvidarte de los correos electrónicos, y de disfrutar cada momento sin pensar en los problemas del día a día. Por eso es normal sentirte abrumad@, de hecho, el estrés postvacacional es una respuesta completamente natural, tu mente y tu cuerpo han estado en modo de relajación total, y de repente los has lanzado a la velocidad máxima.

Pero no todo está perdido, aquí van algunos consejos para sobrevivir a esta montaña rusa emocional:

-En primer lugar, date tiempo para adaptarte, no esperes que todo vuelva a la normalidad en un día.

-Ve poco a poco, retoma tus tareas y obligaciones una por una. Organiza tu regreso, priorizando las tareas más importantes y dividiéndolas en pequeñas metas alcanzables.

-También es importante cuidar de ti mismo: duerme lo suficiente, come de manera equilibrada y, si es posible, reserva un tiempo para ti fuera del trabajo.

-Finalmente, recuerda, ¡respira! La respiración profunda puede ser tu mejor amiga en momentos de estrés.

Para l@s peques de la casa también es duro, te damos las claves:

-Anímales a que tengan actitud positiva, es normal extrañar esos días de diversión y sin tareas. Favorece que se enfoquen en todo lo bueno que les espera.

–Organiza su espacio y tiempo: ayuda tener un escritorio ordenado y una agenda organizada.

-Importante: una comunicación abierta, hay que pensar que se sienten nervios@s y con inseguridades. La familia y el profesorado deben servir de apoyo.

-Finalmente, el secreto más poderoso: encontrar algo que les apasione en el colegio. ¿Les gusta la música, los deportes, o tal vez las ciencias? Busquen esos rincones donde brillen y se diviertan aprendiendo.

Recuerden, no todo es estudio y deberes, así que mantengan sus ratos de juego y recreación, que salgan al parque, hagan deporte, lean libros o jueguen con amig@s. La diversión es un ingrediente clave para recargar energías y enfrentar los desafíos con una sonrisa.

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