La primavera, ¿cómo nos altera?

Ya está aquí la primavera, una bonita estación que trae consigo una serie de ventajas: días más largos, el sol brilla durante más tiempo, las flores colorean los paisajes… Pero desde el punto de vista de nuestra salud puede resultar no tan idílico y traernos complicaciones típicas de esta estación: alergias, rinitis, astenia primaveral, radiación solar más intensa, etc.

Para afrontar la estación primaveral  de la mejor manera posible y prepararnos para el verano, desde la Farmacia El Pilar les proponemos una serie de consejos:

-Para combatir la astenia primaveral,  un trastorno cuyos síntomas, como la sensación de fatiga y variaciones de humor, suelen ser  leves y pasajeros, pero que podrían llegar a debilitar nuestro sistema inmunitario, es fundamental asegurarnos de aportar a nuestro organismo las vitaminas, antioxidantes y minerales que necesita. Una buena forma es a través de una alimentación sana y equilibrada en la que no falten las frutas, verduras, pescados y carnes magras. También puedes optar por tomar suplementos vitamínicos que te ayuden a que tu salud no se resienta en esta época de variaciones climáticas y cambios ambientales. Además es recomendable llevar horarios regulares de comida, procurar un suficiente descanso nocturno, y reducir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco.

–La alergia primaveral, propiciada por la abundancia de polen o polvo en esta estación, conlleva, entre otras afecciones, rinitis, hinchazón de ojos y labios, lagrimeo y picazón. Las principales medidas que podemos tomar para evitar estos molestos síntomas son: hacer limpieza en profundidad, no abrir las ventanas, purificar el aire y reducir las actividades en el exterior. Si se padece asma, el tratamiento se suele basar en fármacos de prescripción médica para el control a largo plazo, que se centran en disminuir la inflamación de las vías respiratorias y, por tanto, evitar la aparición de los síntomas. Los más empleados son los corticoesteroides inhalados. Por otra parte, es posible que con la primavera sea necesario emplear medicamentos de alivio rápido de los síntomas, ya que pueden empeorar en esta época del año. Un ejemplo son los agonistas beta 2 inhalados de acción corta, que relajan la tensión muscular alrededor de las vías respiratorias durante una crisis, despejándolas y permitiendo el paso del aire.

–La piel es una de las partes del cuerpo más delicada, y con la llegada del buen tiempo los hongos y las bacterias recuperan fuerzas, pudiendo provocar varios tipos de infecciones. Para prevenirlas los expertos recomiendan evitar los cambios bruscos de temperatura y los baños prolongados, utilizar  ropa de algodón y secarse bien después de la ducha.

–La deshidratación entre niños y ancianos también aumenta en primavera, hasta alcanzar su punto culmen en verano. En el organismo, el agua se encarga de regular la temperatura corporal, facilitando la digestión, lubricando las articulaciones o transportando los nutrientes. Beber dos litros de agua al día asegurará que estas funciones permanezcan en perfecto equilibrio.

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