Si te haces un lío con tus pastillas…necesitas un SPD.

De un tiempo a esta parte el papel tradicional del farmacéutico está evolucionando hacia una actuación más asistencial, en la que el cliente es además un paciente al que prestar atención, servicios y cuidados de salud a nivel global, con una actitud más proactiva.

En el contexto actual, con un número cada vez mayor de medicamentos en el mercado y una esperanza de vida también creciente, se hace especialmente necesaria la adherencia del paciente al tratamiento farmacológico prescrito, esto es, que se tome sus medicinas cuándo y cómo toca para garantizar la seguridad y eficacia de las mismas. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de adherencia al tratamiento en enfermedades crónicas en los países desarrollados se cifra alrededor del 50%, pero es aún menor en países en desarrollo. Así, podemos afirmar que estamos ante un problema de salud pública de primera magnitud.

Por no hablar del gasto sanitario que supone para la Administración esta mala adherencia al tratamiento, que desemboca en muchas ocasiones en ingresos más frecuentes y más prolongados, o en problemas de salud que se podrían haber evitado fácilmente.

Ahora bien, la adherencia o cumplimiento terapéutico no es algo tan sencillo. Es frecuente escuchar consultas en el mostrador como: “¿Y qué pasa si se me olvida tomar la pastilla de la mañana?¿Me tomo las dos en la comida?”, o incluso en casa: “¡Ay muchacho! ¿Tú me viste tomarme la pastilla del azúcar? No sé si me la tomé o no. ¿Y ahora qué hago?”.

Éstas y otras muchas situaciones, que parecen tan banales, pueden poner en riesgo nuestra salud o la de las personas más allegadas a nosotros. No es tanto una cuestión “de la cabeza” o de edad como un tema del ritmo de vida que llevamos, pues no siempre prestamos atención a nuestras acciones rutinarias, del día a día, entre otras cosas.

Si bien sería un buen tema para reflexionar, desde las farmacias queremos avanzar en el desarrollo de soluciones a ésta y otras cuestiones, siempre pensando en una cooperación con el médico y el resto de profesionales sanitarios con el único fin de mejorar la calidad de vida del paciente.

Con esta voluntad nació la idea del Sistema Personalizado de Dosificación (SPD). Dirigido a personas de cualquier edad que tomen más de cinco medicamentos al día, a simple vista parece un pastillero en el que organizar los medicamentos de cada semana en tomas a lo largo del día. Pero es mucho más, porque detrás de su elaboración está un farmacéutico, un profesional del medicamento que no sólo va a “colocar las pastillas en el pastillero”, sino que, previa solicitud informada de forma expresa por parte del paciente, va a desarrollar un programa global de seguimiento del tratamiento farmacoterapéutico, cuidando de que se ajuste estrictamente a la prescripción médica.

Beneficios del SPD

–Mejorar la adherencia del paciente y el uso racional del medicamento.

–Reducir los errores en la toma de medicamentos y con ello los problemas asociados a ellos, como las intoxicaciones involuntarias (por tomar más de la cuenta) o la falta de eficacia de los mismos (por olvidarse de tomarlo).

–Evitar confusiones en la manipulación y conservación de los medicamentos.

–Facilitar la prevención, detección y resolución de problemas relacionados con la medicación, como son las interacciones, efectos adversos, etc.

Porque hasta los medicamentos sin receta más cotidianos, los que pensamos que “con eso no pasa nada, lo llevo tomando toda la vida”, pueden provocarnos un problema al reaccionar con nuestra medicación habitual.

Así que ya sabes, anímate a venir a vernos a la Farmacia El Pilar y preguntar por nuestro servicio de SPD, estaremos encantadas de atenderte.